Ingeniería de requisitos

(Requirements Engineering)

Es el registro y control de los requisitos de los usuarios, que normalmente se reflejan en un contrato.

El módulo de ingeniería de requisitos permite registrar todos los requisitos de un contrato, establecer trazas con su implementación en UML y planificar la tarea para su implementación.

El módulo de control de la Ingeniería de requisitos garantiza que cada requisito se realiza tal como se especifica en el contrato. (El coste de un error en el proceso de gestión de un requerimiento es entre 10 y 20 veces superior al de un error en análisis, diseño o programación.)

Control de Versiones

(Graphical Version Control)

Eina incorpora un control de versiones o gestión del cambio tanto de la programación como de los diagramas o de cualquier otro artefacto.

EINA compara versiones para hallar sus diferencias. Estas comparaciones sobre datos textuales son de fácil realización. Mostrar las diferencias por diagramas requiere mostrar diferencias gráficas, textuales y ocultas en las plantillas de documentación.  

UML

(Unified Modeling Language)

Este módulo permite la diagramación de todos los modelos de UML 2.0.
Así mismo implementa la versión parcial actual del Diagram Interchange.  Eina da soporte a la versión 2.0 con todos sus requisitos gráficos y/o de meta-modelo.

OCL

(Object Constraint Language)

Forma parte del estándar de UML y al igual que este la versión actual es la 2.0. La utilidad de OCL fija restricciones o condiciones sobre los modelos de forma textual.

Las restricciones se pueden poner sobre el meta-modelo y/o sobre el modelo.

Mediante OCL se pueden definir estándares de empresa, de lenguaje, proyecto, etc. Que serán comprobados mediante un intérprete. El intérprete además de la devolución de datos booléanos también permite la devolución de datos numéricos, conjuntos, etc. por lo que puede usarse como query sobre los meta-modelos y/o los modelos.

Otra ventaja que se obtine del query OCL son métricas sobre las aplicaciones. Las métricas permiten obtener cifras de productividad y de calidad, al valorar la complejidad del sistema y su relación con el número de errores ocurridos a lo largo de la vida del programa.